En el presente artículo vamos a explicar los principales aspectos que influyen a la hora de maximizar el volumen de financiación de una empresa.
La conversión del EBITDA en Caja (porcentaje de EBITDA que acaba en caja una vez pagados impuestos, invertido el capex necesario y las variaciones en el Wolking capital), será otra de las claves importantes y deberá ser analizada en detalle.
Los potenciales financiadores sensibilizarán el plan de negocio de tal manera que puedan tener confort de que la deuda existente y la nueva pueda ser repagada con la generación de caja de la compañía.
El volumen de deuda se debe dimensionar de tal manera que el RCSD medio sea positivo. En general el RCSD medio es recomendable que esté por encima de [1.10x-1.30x] (dependerá de la tipología de sector/compañía o proyecto que se financie).
Esto quiere decir que si por algún motivo el CFDSD algún año tiene alguna desviación a la baja (menor EBITDA, menor caja por el Working Capital, etc.), todavía habría algo de holgura para que con una menor caja que se hubiera generado en ese ejercicio, se pudiera aun así atender el Servicio de la Deuda.
El Ratio de apalancamiento más común es el Ratio Deuda Financiera Neta sobre EBITDA (DFN/EBITDA). Este ratio dependerá de cada empresa, del sector en el que esté, del volumen de activos fijos que tenga, etc.
En términos generales, las entidades financieras están cómodas con empresas que tienen ratios de DFN/EBITDA por debajo de las 3.5x, si bien es cierto que dependiendo de la tipología de operación, del objeto de la financiación se pueden alcanzar ratios de DFN/EBITDA superiores.
Lo importante de este ratio, además de arrojar una foto de un momento determinado, es analizar su evolución. Un ejercicio que se debe realizar es el cálculo de este Ratio proforma, teniendo en cuenta la nueva deuda que se asume (empeora el ratio al haber más deuda) pero también teniendo en cuenta el mayor EBITDA que generará la inversión que se está financiado (mejorará el Ratio). Otro tipo de financiadores como los fondos de deuda están más habituados a invertir en apalancamientos mayores, estando generalmente cómodos en niveles de apalancamiento de 5-7x (también dependiendo de los sectores). Existen otra tipología de fondos de deuda que pueden llegar a apalancamientos superiores, especialmente para financiar planes de crecimiento y dependiendo del caso propondrán para ello estructuras de financiación híbridas entre equity y deuda.
Especialmente en operaciones a largo plazo con entidades financieras (superiores a 6-7 años) se suele pedir garantía hipotecaria de determinados activos de la Empresa para poder maximizar la deuda. En determinadas operaciones de deuda se utiliza el Ratio Loan To Value (relación entre el volumen de la financiación y el valor de tasación de los activos en garantía de la financiación). Por ejemplo, en operaciones de Real Estate, lo normal es que el volumen de financiación, además de estar limitadas por un RCSD determinado (por ejemplo 1.2x), el volumen de deuda esté también limitado a un LTV de un 60-65%. En el supuesto de que no se pudiera llegar a estos ratios, otras garantías adicionales se pueden contemplar para maximizar el volumen de financiación (garantías personales de la sociedad holding, de sociedades patrimoniales, de empresas vinculadas, avales de Entidades públicas como el ICO, CESCE, SGR, etc.).
Empresas que tengan buen rating podrán maximizar el volumen de deuda en relación con aquellas que tengan peor rating.
Dependiendo de la actividad de la empresa puede ser más fácil o difícil obtener determinados volúmenes de financiación. En general empresas de servicios no suelen estar tan apalancadas como empresas industriales (requieren de menos activos fijos), si bien existen excepciones en las que dada la alta conversión de EBITDA en caja sí se pueden apalancar hasta niveles altos, al igual que hay empresas industriales en las que la conversión del EBITDA en caja es baja y por tanto será complejo maximizar el volumen de financiación.
Una compañía que opere en un sector con fuertes barreras de entrada tendrá más opciones de conseguir mayores niveles de financiación que otras que operen en sectores cuyo modelo de negocio sea fácilmente replicable. Aquí es importante el análisis de las patentes y marcas de la cía y las geografías en las que se registran.
Es muy habitual que las financiaciones incorporen una cláusula de cambio de control que obligue a repagar la financiación anticipadamente si el accionista de referencia deja de ostentar el control de la compañía.
El presente y futuro de la financiación bancaria y Alternativa (Direct lenders) pasa por financiar a empresas que cumplan con criterios de Sostenibilidad medioambiental, de Responsabilidad Social y de Governance.
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